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En el último tiempo, los asuntos ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza, por sus siglas en inglés) han ganado una importancia creciente en el mundo. Ciertamente, la buena gobernanza se ha convertido en un factor estratégico de gran relevancia en el panorama empresarial actual. Según un análisis llevado a cabo por Forética, el 88% de las compañías que conforman el IBEX ya han integrado objetivos ESG como parte fundamental de los criterios de retribución variable anual para sus Consejeros.
4 de cada 5 empresas del IBEX cuenta con comisiones para asuntos ESG

Es evidente que, en el escenario empresarial actual, los asuntos ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) han emergido como puntos críticos que influyen en la percepción y el rendimiento de las empresas. Estos aspectos no solo se han vuelto imperativos desde un punto de vista ético, sino que también están demostrando ser fundamentales para la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo de las organizaciones.

Antes de avanzar, es preciso recordar que, los criterios ambientales abarcan cómo las empresas gestionan sus impactos en el entorno natural. Esto incluye medidas para reducir las emisiones de carbono, la gestión eficiente de los recursos, el tratamiento responsable de los desechos y la adopción de prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro. Las empresas que priorizan estos aspectos tienden a ser más resilientes frente a los riesgos relacionados con el cambio climático y la escasez de recursos, y también atraen a inversores y consumidores preocupados por el medio ambiente. Por otro lado, los criterios sociales se centran en las relaciones de la empresa con sus empleados, clientes, proveedores y la sociedad en general. Esto incluye aspectos como la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, las condiciones laborales, la seguridad y la salud ocupacional, así como el respeto de los derechos humanos y prácticas comerciales éticas. Las empresas que cultivan un entorno laboral justo y equitativo no solo fortalecen su reputación, sino que también pueden beneficiarse de una mayor lealtad del cliente y una mejor retención de talento. En cuanto a la gobernanza, implica cómo una empresa se dirige y controla a sí misma. Esto incluye la composición y el funcionamiento de la junta directiva, la transparencia en la toma de decisiones, la ética empresarial y el cumplimiento de las normativas legales y regulatorias. Una gobernanza sólida es esencial para garantizar la responsabilidad y la integridad en todas las operaciones de la empresa, lo que contribuye a generar confianza entre inversores y partes interesadas.

Según un úlitmo análisis llevado a cabo por Forética y publicado recientemente, la buena gobernanza se ha convertido en un factor estratégico de gran relevancia en el panorama empresarial actual. Concretamente, el estudio muestra que, el 88% de las compañías que conforman el IBEX ya han integrado objetivos ESG como parte fundamental de los criterios de retribución variable anual para sus Consejeros. Estos objetivos varían en su importancia, representando entre un 4% y un 30% del total de la retribución variable anual. Esta tendencia indica un firme compromiso por parte de las empresas líderes en el mercado español hacia la adopción de prácticas empresariales más sostenibles y responsables.

Algunos de los datos más relevantes que se desprenden del informe exponen que, 1 de cada 2 empresas tiene una comisión que atiende estos temas de forma específica y exclusiva (53%) y un 29% añade esta responsabilidad a una comisión con denominación mixta al compartir la atención de otros asuntos de interés para la empresa. Un 15% de las empresas le atribuye la responsabilidad a una comisión preexistente a la que no cambia su denominación. Por último, una empresa rezagada deja los aspectos ESG para ser abordados el pleno del Consejo de Administración.

Asimismo, se observa que el 100% de las empresas del IBEX cuentan con políticas de diversidad en relación con el Consejo de Administración de la empresa, que incluyen procedimientos de selección de candidatos que favorecen la diversidad en la composición del Consejo y sus Comisiones en cuanto a conocimiento, experiencias, edad, género, nacionalidad y discapacidad, entre otras cuestiones destacadas. Además, la publicación muestra que los riesgos ESG ya forman parte de la taxonomía general de riesgos en el 91% de las empresas del IBEX, siendo los riesgos derivados de la transición energética y el cambio climático el principal riesgo no financiero abordado (el 85% de las empresas ya incorporan los riesgos derivados de la transición energética y el cambio climático a sus sistemas de control y gestión de riesgos). Por detrás están los riesgos y cuestiones asociadas al resto de asuntos ambientales y a los derechos humanos.

Finalmente, cabe destacar que, de acuerdo al análisis llevado a cabo por Forética, el 56% de las empresas presenta una retribución variable anual con un peso de entre el 5% y el 15% sobre el total de la variable anual, si bien se aprecia cómo el peso de la retribución variable va siendo cada vez mayor, llegando a ser ya de entre el 15% y el 30% en el 27% de las empresas. Si bien hasta ahora las empresas ponían el foco ESG en asuntos relacionados la ética y la integridad, el sentido del propósito del negocio o la reputación de la compañía, los asuntos relacionados con el cambio climático y el cuidado del medio ambiente están siendo ahora la principal prioridad de los consejeros, unido a la preocupación por los temas sociales, entre los que destacan el cuidado de la salud, la gestión de los derechos humanos en las cadenas de suministro y las cuestiones sobre diversidad e igualdad.

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