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La filantropía va más allá de donar dinero: busca soluciones sostenibles para problemas duraderos. Los empresarios, con su habilidad para resolver problemas, destacan como filántropos emprendedores. Identificar una causa, colaborar con redes y medir el impacto son pasos esenciales para generar un cambio significativo.
La nueva era de los filántropos emprendedores

Más allá de la caridad o soluciones temporales, se trata de abordar las causas y encontrar soluciones sostenibles a problemas duraderos”

La filantropía debe trascender el simple acto de regalar dinero y la búsqueda de un mundo más justo, equitativo y sostenible.  Más allá de la caridad tradicional o las soluciones temporales, se trata de encontrar soluciones sostenibles a problemas duraderos.  Para ello debe reconocer las grietas e imperfecciones de nuestro sistema y buscar soluciones innovadoras, más que un alivio fugaz.  Requiere pensar sistémicamente, lo que facilita abordar las causas de los problemas sociales y ambientales. Ello implica un enfoque empresarial.

Por ello los empresarios, que cuentan con habilidades para resolver problemas, están naturalmente destinados a sobresalir en este campo.  Son los filántropos emprendedores.  Poseen la perspicacia e ingenio necesarios, lo que, combinado con su riqueza, permite impulsar el cambio.  De manera que la filantropía empresarial va más allá de la ideología; siendo un compromiso.

De hecho, muchos empresarios se sienten atraídos por la filantropía como segunda vocación.  Así, la filantropía, tras haber sorteado los desafíos de construir y vender sus negocios, les brinda la oportunidad de canalizar su pasión y dedicación a causas significativas, mantenerse activos y comprometidos, creando un legado adicional más allá de sus proyectos empresariales.

Más aún, los empresarios suelen ser muy conscientes de que la venta de su negocio aumenta significativamente su riqueza líquida, lo que puede afectar a sus familias de diversas maneras, no siempre positivamente.  En este sentido la filantropía puede dar propósito a esa nueva riqueza, especialmente respecto a los hijos.  Pude ser una poderosa herramienta para mantenerlos con los pies en la tierra.  Además, incluso los niños, más perspicaces de lo que a menudo creemos, pueden beneficiarse de presenciar el compromiso de sus padres en un impacto positivo en la sociedad.

Pero ¿cómo puede un empresario con habilidades y mentalidad crear un cambio significativo en el mundo a pesar de tener poca o ninguna experiencia en filantropía?

En primer lugar, hay que identificar la oportunidad.  Al igual que todo negocio comienza con una idea, cada acto de filantropía comienza con una causa. Un punto de partida son los asuntos que más apasionan y motivan: la educación, el alivio de la pobreza, el cambio climático, la atención médica, la pérdida de biodiversidad…A continuación, como en una empresa, hay que concentrase en el desafío y movilizar los esfuerzos para abordarlo en su totalidad.  Pero si se intenta abarcar demasiado la probabilidad de éxito disminuye.  Eso sí, una vez identificada la causa hay que dedicar tiempo a conocer sus causas y las soluciones existentes.  Esto ayuda a identificar dónde tener mayor impacto.  Además, es posible aprovechar la red de contactos para recaudar fondos o crear conciencia.  Involucrar a la familia aporta además enormes beneficios a la causa y a la misma tu familia, incluso de manera que diferentes miembros persigan sus propias pasiones.  En todo caso, la filantropía no es un esfuerzo solitario.  Pude requerir colaborar con organizaciones, otros filántropos o redes trabajando en la causa. Ello facilita evitar reinventar la rueda y contribuir de manera más efectiva.  Pero en esa colaboración con organizaciones y expertos hay que ser un socio, no en un benefactor.  Finalmente, al igual que en la empresa, hay que contar con indicadores relevantes para la causa y medir el impacto de los esfuerzos filantrópicos para entender si se están marcando una diferencia y dónde hacer mejoras.

Ahora bien, hay que ser paciente.  El cambio lleva tiempo.  El mundo de la filantropía es complejo y está en constante evolución. Haber tenido éxito en el mundo de los negocios facilita ser un filántropo excepcional.  Pero conviene contar con el consejo de estrategas de filantropía e impacto y estar abierto a aprender, escuchar y adaptar el estilo propio.

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