Las organizaciones de impacto están desempeñando un papel cada vez más relevante en la economía y en el entramado social de España. Estas entidades tienen como objetivo primordial generar un cambio positivo en la sociedad o en el medio ambiente como parte esencial de su misión. Pueden adoptar diversas formas, como empresas, ONG, fundaciones u otras estructuras organizativas, y trabajan con enfoques innovadores y sostenibles para abordar problemas sociales, ambientales o económicos.
Para comprender mejor la situación financiera de estas organizaciones, SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España, ha publicado el primer informe nacional sobre la demanda de financiación con impacto en el país, utilizando datos correspondientes a 2022. Este informe busca analizar detalladamente la necesidad de este tipo de financiación, los perfiles de las organizaciones de impacto que la requieren y las estrategias de financiamiento que emplean.
Los resultados del estudio muestran que las organizaciones de la economía de impacto enfrentan altas demandas de financiación, impulsadas por su crecimiento y actividad innovadora. En 2022, el 77,6% de estas organizaciones, alrededor de 26.627, necesitaron financiación, frente al 56,2% de las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, el acceso a la financiación sigue siendo un desafío para el 62% de estas organizaciones, comparado con el 49% de las pymes. Los obstáculos más comunes incluyen el costo de financiación y la falta de comprensión de los modelos de negocio por parte de las entidades financieras.
Aunque las organizaciones de impacto incluidas en el estudio son en promedio más grandes que las pymes españolas, la mayoría son micro-organizaciones, con el 63,7% facturando menos de 300.000€ y el 90,4% con menos de 10 empleados. Sin embargo, estas organizaciones muestran una mejor situación económico-financiera en comparación con las pymes, con un mayor porcentaje de crecimiento y mejora en su situación financiera, así como mejores perspectivas de crecimiento de ingresos y creación de empleo a corto plazo.
En cuanto a las fuentes de financiación, las organizaciones de impacto tradicionalmente han recurrido a las administraciones públicas, la banca comercial y sus propios socios. En 2022, casi la mitad de estas organizaciones (47,8%) buscó financiación bancaria, un porcentaje mayor que el de las pymes (37,2%). La respuesta de la banca ha sido mayoritariamente positiva, con el 80% de las organizaciones obteniendo éxito en su financiación. Sin embargo, la falta de garantías sigue siendo la principal causa de denegación.
El estudio también indaga sobre los instrumentos de financiación específicos y revela que las organizaciones de impacto utilizan principalmente fondos propios, subvenciones y deuda a corto plazo para satisfacer sus necesidades financieras. Sin embargo, el uso de instrumentos más especializados, como crowdfunding, deuda de capital riesgo o bonos verdes, sigue siendo limitado.
En resumen, este informe proporciona información clave para promover el desarrollo de mecanismos financieros que se adapten a las necesidades de las organizaciones de impacto, tanto por parte de entidades públicas como privadas. Esto permitirá avanzar hacia el cumplimiento del propósito compartido entre financiadores e organizaciones de impacto de abordar los desafíos sociales y ambientales sin dejar a nadie atrás.