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El informe "Price Shocks", desarrollado por la agencia internacional de ayuda humanitaria World Vision, destaca una preocupante realidad: los precios de los alimentos están fuera del alcance de los más vulnerables. Específicamente, la investigación revela que nueve de cada diez países con los precios de alimentos más elevados en relación con los ingresos medios están ubicados en el África subsahariana. En esta región, muchas personas se enfrentan a conflictos violentos prolongados, eventos climáticos extremos y desplazamientos forzados, exacerbando aún más su difícil situación.
Hambre y desigualdad: los precios de los alimentos siguen subiendo en los países más pobres

La desigualdad ha alcanzado niveles alarmantes en el mundo contemporáneo, donde el acto básico de alimentarse se ha convertido en un lujo para muchos. El informe "Price Shocks", elaborado por la agencia humanitaria internacional World Vision, revela que los precios de los alimentos siguen siendo prohibitivos para los más vulnerables, incluso en comparación con la situación previa a la pandemia de la COVID-19.

Este estudio utiliza datos de campo recopilados en 67 países donde opera World Vision, además de información histórica de encuestas de precios realizadas en 2021 y 2022 en 24 naciones. Estas encuestas analizan los precios locales de diez alimentos comunes, desde plátanos hasta leche fresca de origen local.

Según los expertos responsables del análisis, los precios continúan aumentando en los países más pobres, especialmente aquellos afectados por conflictos violentos, eventos climáticos extremos y desplazamientos forzados. Datos recientes a partir de septiembre de 2023 muestran que comprar una cesta de alimentos que equivaldría a 1,5 horas de trabajo en Australia, Irlanda o Singapur, llevaría a un trabajador promedio 36 días en Burundi y 25 días en la República Centroafricana.

Los datos presentados en el informe son verdaderamente alarmantes. Por ejemplo, una cesta de alimentos básicos cuesta:

  • 1,5 horas de trabajo en Australia, frente a 36 días en Burundi.
  • 2 horas de trabajo en Canadá, frente a 25,5 días en la República Centroafricana.
  • 1,5 horas de trabajo en Irlanda, frente a 14 días en Sudán.
  • 1,5 horas de trabajo en Singapur, frente a 4,5 días en Camboya.
  • 2 horas de trabajo en Estados Unidos, frente a 5,5 días en Haití.
  • 2,5 horas de trabajo en Alemania, frente a 3 días en Kenia.
  • 2 horas de trabajo en el Reino Unido, frente a 3,5 días en Timor Oriental.
  • 3 horas de trabajo en Nueva Zelanda, frente a 1,5 días en Ucrania.
  • 3 horas de trabajo en Suiza, frente a 1,5 días en Ecuador.

Además, el informe señala que los conflictos en curso en muchos países están generando aumentos de precios localizados. Por ejemplo, en Burkina Faso y Sudán, las zonas afectadas por conflictos tenían precios hasta dos veces más altos que las áreas menos afectadas por la violencia. Muchos de estos países también están sufriendo intensamente los efectos del cambio climático, lo que agrava aún más la situación, ya que las familias luchan por acceder a alimentos y encontrar un refugio seguro para vivir y cultivar.

En el año 2024, las familias necesitan desesperadamente paz sobre todo, y la comunidad internacional debe intervenir para garantizar que ningún niño o niña pase hambre. Sin embargo, apenas una fracción de los 39.000-50.000 millones de dólares anuales estimados como necesarios para evitar la muerte de 3,7 millones de niños menores de 5 años se ha destinado a intervenciones para alcanzar estos objetivos desde 2015. Como contraste, los estadounidenses gastaron 2,5 veces esa cantidad (9.800 millones de dólares) en compras navideñas en un solo día en 2023.

Mary Njeri, directora de Respuesta al Hambre en el Mundo de World Vision, ha expresado: "Estos datos subrayan la alarmante crisis alimentaria que ha dejado a 35 millones de personas en situación de hambre de emergencia. La agitación económica causada por la COVID-19 y la guerra en Ucrania, junto con la intensificación de los efectos del cambio climático y otros conflictos, están dejando a las personas más vulnerables con menos capacidad para afrontar el costo de una cesta básica de alimentos".

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